En la actual coyuntura global, en la que las necesidades sociales siguen creciendo y sin embargo los recursos son cada vez más limitados, la Colaboración PÚBLICO-PRIVADA se ha erigido y tiende a erigirse cada vez más como el principal instrumento impulsor del desarrollo económico y social en gran parte de los territorios del mundo.
La gestión de un proyecto de estas características se hace a través de empresas constituidas para tal efecto con el objetivo de construir, desarrollar, mantener y operar el proyecto durante el periodo establecido.
Estos proyectos se fundamentan en complejos contratos, especialmente en el sector de infraestructuras, que hacen que este tipo de proyectos deban ser liderados por profesionales de alta cualificación y especialización, que no sólo deben conocer el modelo concesional, las fórmulas posibles de financiación o la compleja parte legal, tienen que ser auténticos gestores que dominen los conceptos citados así como las interrelaciones entre los distintos ámbitos no solo desde el punto de vista de la empresa, sino también de la entidad financiera, o de la Administración contratante.